Hoy hemos comenzado el día “arreglando el mundo” a través del coloquio y debate de lo aprendido en días anteriores en nuestros programas y en la convivencia del centro. A partir de aquí han surgido varios interrogantes, nos hemos planteado por ejemplo el desarrollo económico, la explotación de los recursos, la sensibilización de los ciudadanos (planteando los problemas observados en la localidad y sus posibles soluciones),… Todo ello influye desde un principio en la educación en valores que reciben los jóvenes en su núcleo familiar, surgiendo una pregunta: “¿por qué tenemos la sociedad que tenemos (es responsabilidad de la educación?”. Este es el gran dilema que se plantea actualmente en nuestra sociedad y al que cada uno le da un matiz distinto. Nosotros la hemos contestado desde nuestro punto de vista:
“Esta pregunta ha surgido en un debate al final del día y a raíz del embarazo de nuestra tutora de prácticas Sonia, sobre las actitudes que se deben tener desde que se engendra a un ser y a lo largo de toda su vida. Partiendo de esa premisa, podemos decir que la sociedad que tenemos es fruto, en primer lugar, de la educación impartida desde la familia (educación informal) a través de sus costumbres, culturas…la escuela y la propia sociedad.
Desde el punto de vista educativo, no debemos olvidar que no se puede confundir libertad con libertinaje ni permisividad con pautas de comportamiento, que son los conceptos que bajo nuestro punto de vista se están utilizando en educación por parte de padres/madres, educadores/as, tutores/as,… para defender algunas actuaciones de comportamientos ciudadanos/as.
El pilar fundamental sobre la que debe basarse la educación de los jóvenes tiene que centrarse en el ámbito familiar y esta tarea tiene que ser complementada desde el plano educativo a través de la escuela. La familia y la escuela, por tanto, deben estar cohesionadas con el fin último de formar en valores. Por ejemplo, una docente de Educación Secundaria se lleva los primeros quince minutos de la clase (Geografía) dando pautas de comportamiento al alumnado (pedir las cosas con respeto, respetar turnos de palabras, saber escuchar, no sentarse encima de las mesas,…). Pero si este tipo de pautas no se siguen en el núcleo familiar existe una descoordinación en el alumno ya que no sabe diferencias aquello que está bien o está mal.
Como conclusión pensamos que para que los jóvenes adquieran una buena formación educativa, ya que el docente no tiene como única tarea educar sino también informar, se deberá inculcar en el propio núcleo familiar valores y con ello la educación será mucho más enriquecedora y fructífera”.
Un día fantástico, a nuestra tutora le ha gustado mucho, según sus palabras -"hay que reflexionar para avanzar"
